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viernes, 13 de mayo de 2011

TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

1.- Definición

El Trastorno Negativista Desafiante, es un patrón de conducta que se manifiesta en un recurrente rechazo a la autoridad, que dura al menos 6 meses. Suele darse antes de los 9 o 10 años y viene definido por la presencia de un comportamiento marcadamente desafiante, desobediente, provocador y la ausencia de otros actos que violen la ley y los derechos de lo demás. Es habitual que en el desarrollo de los niños aparezcan en algunas etapas comportamientos negativitas, desobediencias, pataletas.

Por ello es necesario, delimitar cuando estos síntomas constituyen un trastorno. Para esta clasificación hay que tener en cuenta si la frecuencia, repetición e intensidad afectan a la vida familiar, escolar y social. El trastorno se concreta en un comportamiento hostil, negativo, desobediente y desafiante dirigido a las figuras de autoridad conocidas, en especial dentro de la familia y de la escuela, pudiendo no evidenciarse ante desconocidos.

Los niños con trastornos negativista desafiantes usualmente son niños(as) hostiles, que se resisten a obedecer, desafían la autoridad, suelen romper las reglas y no siguen las instrucciones o normas de conducta socialmente esperadas para su edad.

Los comportamientos más habituales asociados al trastorno son:
• Quejas, lamentos, lloros, discusiones, gritos, palabrotas, ante normas y exigencias.
• Incumplimiento de encargos y tareas.
• Destrucción de objetos propios y ajenos.
• Susceptibilidad e irritabilidad.
• Enfrentamientos groseros con adultos.
• Peleas.

La conducta negativista está asociada a una baja autoestima, poca tolerancia a la frustración, mala relación con amigos y eventualmente bajo rendimiento académico.

2.- Causas

Según Cecilia Montiel existen diferentes factores que contribuyen al desarrollo y establecimiento de este trastorno.

• Factores asociados al niño:
 Temperamento: Aparentemente se presentan anormalidades en la organización interna del niño a un nivel psicológico, neuropsicológico o neurológico que tiene influencias en el desarrollo.

 Déficit cognitivos y sociales: Los niños que presentan trastornos de conducta, distorsionan las claves sociales en sus interacciones con adultos, atribuyendo intenciones hostiles.

 Déficit académico: Los niños tienen la tendencia a presentar un nivel de rendimiento bajo, inicia en la infancia y llega hasta bachillerato.

 Herencia vs ambiente: Diversos estudios revelaron que son estables a través de las generaciones. Esto propone que los factores genéticos juegan un rol importante en el desarrollo.

• Factores familiares:
 Factores Parentales: Patterson (1982) sugiere que el proceso coercitivo es un elemento fundamental en la dinámica familiar, en este proceso el niño aprende a escapar o evitar las críticas de sus padres, aumenta entonces sus conductas negativas, dicho aumento conlleva a una interacción más negativa por parte de los padres.

 Estrés ambiental: Agentes como el desempleo, pobreza, hacinamiento y la enfermedad deterioran las destrezas de la crianza y favorecen la aparición de psicopatologías en los niños.

 Factores escolares: Experiencias sociales y escolares incrementan dificultades de los adolescentes. Los individuos que son agresivos rápidamente son rechazados por sus compañeros, debido a sus conductas agresivas y desafiantes, suelen tener dificultades con sus maestros y por tanto reciben menos afecto y apoyo escolar.

3.- Enfoques Teóricos

a) Teoría biológica-fisiológica:
Hoy en día parece un hecho demostrado que en los niños con problemas de conducta existen factores heredados de tipo neurológicos, psicofisiológicos y bioquímicos, que lo predisponen a manifestar conductas inmaduras, regresivas, baja tolerancia a la frustración, etc.

La testosterona ha sido muy relacionada con la conducta agresiva. Se ha encontrado que los niveles de testosterona fluctúan dependiendo del nivel percibido de provocación, y que esta hormona afecta áreas del cerebro como el hipotálamo, que está muy relacionado con la conducta agresiva.
OLWEUS 1984, sugiere que la testosterona tiene efectos directos en la tolerancia a la frustración que, a su vez, influye en la conducta agresiva.
BRAIN 1984, encontró niveles más altos de testosterona en la saliva de adolescentes agresivos.
Existen hipótesis que señalan que las características cognitivas de los niños agresivos los llevan a tener una activación fisiológica inmediata, que con el tiempo se vuelve automática; así una vez que se dio esta activación, el niño adquiere la tendencia fisiológica a responder en forma rápida e impulsiva.


b) Teoría Cognitiva

• Distorsiones cognitivas:
 Percepción cognitiva: La investigación en cuanto a las distorsiones cognitivas en el área de la interacción social señala, que los niños agresivos perciben e interpretan los eventos del medio de manera diferente que los niños no agresivos y que atienden a un menor número de señales cuando interpretan el significado de la conducta de los otros.

DOGE y Otros (1981), señalan que los niños agresivos son hipervigilantes, que atienden a señales inmediatas especialmente a señales hostiles; que no se toman el tiempo para planificar o hacer inferencias más profundas sobre la conductas de los demás y que tienen la expectativa de que la intención de los otros es hostilizarlos. Los niños y adolescentes agresivos demuestran un estilo de procesar la información caracterizada por el irracional, ilógico y distorsionado, lo que da lugar a que se desarrollen creencias generalizadas que apoyan el uso de la agresión.

Los niños hostiles generalmente atribuyen la responsabilidad del conflicto al otro, por lo que estiman que su agresión está totalmente justificada.
LOCHMAN 1981, encontró que los niños agresivos tienden aculpabilizar a los otros por cualquier conflicto, en contrastes, los niños no agresivos asumen la responsabilidad del conflicto y tienden a autoculparse, lo que modula la expresión de la hostilidad.

 Reacciones internas y Reacciones externas: Los niños agresivos muestran serias dificultades para reconocer y nombrar sus sentimientos y tienden a sobregeneralizar tienden a confundir el enojo con otros estados afectivos como la tristeza.

La dificultad para discriminar las emociones, suponen a su vez, una pobre capacidad para empatizar, es decir, “para ponerse en los zapatos del otro”.

• Deficiencias Cognitivas

 Solución de problemas sociales: Los niños agresivos manifiestan deficiencias importantes en sus habilidades para solucionar problemas. Las etapas en el proceso de solución de problemas incluyen:
- Habilidad para regenerar soluciones alternativas.
- Habilidad para considerar las consecuencias.
- La implementación de la solución elegida.

Las investigaciones señalan que los niños agresivos generan un menos número de soluciones y que estas son deficientes en calidad y contenido.

c) Teoría del aprendizaje

Esta teoría apoya el concepto que se basa en que estas actitudes y conductas son aprendidas y/o repetidas de alguna figura, estas actitudes aprendidas reflejan los efectos de los refuerzos negativos por parte de los padres y cuidadores.

Esta teoría se apoya en el empleo de refuerzos negativos por parte de los padres, incrementan la frecuencia e intensidad de las conductas no deseables en el niño y adolescente, logrando de este modo, mayor atención, tiempo, preocupación y la interacción deseada con los padres o figuras de autoridad.

d) Teoría del Desarrollo

Sugiere que los problemas comienzan cuando los niños tienen entre 1 y 2 años y medio de edad. Los niños y adolescente desarrollan este trastorno por haber tenido dificultades para aprender a separarse de su figura de apego primaria y desarrollar habilidades autónomas.

Las malas actitudes características del trastorno se consideran una continuación de las cuestiones normales durante el desarrollo que no fueron resueltas adecuadamente en los primeros años de vida.

e) Teoría Psicodinámica

Señala que la agresividad e impulsividad de los niños es un reflejo de esta tendencia oculta en los padres. Todos los padres tienden a proyectar algo sobre los hijos, sus necesidades, sus deseos, sus carencias, sus frustraciones y aspectos inaceptables de su propia personalidad.

Spelling (1988) explica, que cuando los padres de manera inconsciente identifican al niño con un hermano odiado o con una parte objetable de su propia personalidad, el resultado es un grave desorden de la conducta del niño, que a menudo llega a un comportamiento extremadamente destructivo y autodestructivo.

Algunos niños muy inseguros adoptan una actitud retadora y hostil ante el comportamiento imprescindible y explosivo de sus padres: por medio de su conducta provocativa y negativista, tratan de provocar en ellos la reacción que más temen.
• Influencias Familiares
Levietes, señala que el comportamiento oposicionista puede estar provocado o agravado por:
 Padres que reaccionan en exceso a las necesidades de autonomía del niño con una actitud autoritaria o intrusita.

 En estas familias si los padres no logran dominar al niño, el negativismo se expresara en forma de resistencia pasiva, pues el niño no podrá expresar su enojo de manera manifiesta, ya que puede ser duramente reprendido o castigados.

 Padres inconscientes o ambivalentes en sus prácticas disciplinarias. En estas familias, el niño es reforzado por la vacilación de los padres y continúa con la conducta oposicionista.

En el Trastorno negativista Desafiante, no existen patrones familiares distintivos pero se han encontrado que muchos de los padres de niños con este trastorno están interesados de manera exagerada por el poder, el control y la autonomía.

En algunas familias se ha observado hermanos obstinados, madres deprimidas, controladoras y padres pasivos agresivos. El algunos los niños con este tipo de trastorno no fueron deseados.

BAUM, señala que la psicopatología parental es otro factor importante pues el trastorno negativista desafiante suele ponerse de manifiesto en familias donde por lo menos uno de los padres cuenta con una historia de trastorno del estado de atención con hiperactividad, trastorno antisocial de la personalidad o trastorno por consumo de sustancias.

El método de disciplina también esta correlacionado con la conducta negativista de los niños. En una investigación con niños preescolares, Pffiner y O´leary encontraron que las madres que utilizan reprimendas prudentes caracterizadas por ser contingentes al mal comportamiento del hijo, firme, breves y consistentes, son más efectivas que los regaños emocionales que son pocos firmes, no son inmediatos además son inconsistentes.

4.- Criterios diagnósticos
A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos:
1. a menudo se encoleriza e incurre en pataletas
2. a menudo discute con adultos
3. a menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus obligaciones
4. a menudo molesta deliberadamente a otras personas
5. a menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento
6. a menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros
7. a menudo es colérico y resentido
8. a menudo es rencoroso o vengativo

Nota: Considerar que se cumple un criterio sólo si el comportamiento se presenta con más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables.

B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral.

C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.

D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.

El trastorno negativista suele manifestarse en el ámbito familiar, aunque con el tiempo puede hacerse extensivo a otras áreas como la escuela y las relaciones sociales.

Los individuos no se reconocen a si mismo como negativitas y piensan que su comportamiento es una respuesta razonable a las exigencias del medio, una característica fundamental es que el adolescente persistirá en su terquedad a pesar de él, es decir, que le joven aunque se logra dar cuenta de que su conducta es perjudicial para el mismo insistirá en ella con tal de no sentir que se somete a los deseos de los otros, especialmente aquellos que representan autoridad.

La agresión es un asunto focal del negativismo y se manifiesta de diversas maneras en ambientes diversos. Puede expresarse activamente a través de rebeldía, provocación, peleas y molestar a los demás, o puede expresarse de forma pasiva o más directa a través de terquedad persistente, desobediencia, berrinches, conductas provocativas, rencor, quejas continuas.

5.- Síntomas asociados

Los adolescentes negativistas pueden presentar enuresis, encopresis, mutismo selectivo, evitación a la escuela, baja tolerancia a la frustración y trastorno del sueño y la alimentación. Cuando se convierte en un problema crónico el oposicionismo interfiere en las relaciones interpersonales, la persona se aísla y experimenta las demandas externas como una intrusión. Su autoimagen esta deteriorada, presentan sentimientos de inadecuación y depresión por sus dificultades académicas y sociales, así como también se pueden observar síntomas como labilidad emocional, lenguaje soez y consumo precoz de alcohol o sustancias ilegales.
6.- Curso

El trastorno negativista desafiante puede tener inicio a partir de los 5 o 6 años de edad, se presenta con mayor frecuencia al final de la niñez o al inicio de la adolescencia, siendo extraños los casos cuando se manifiesta después de los 16 años de edad. Un comienzo temprano, es decir, anterior a los 8 años, gran frecuencia, intensidad y ocurrencia están asociados a un peor diagnostico y a la existencia de mayor riesgo de presentar el trastorno antisocial de la personalidad en la adultez.

Puede terminar en un desorden de personalidad pasivo-agresivo o síntomas obsesivos. En general se supone que el curso se crónico con variaciones de los síntomas que irán modificándose de acuerdo con la edad y las circunstancias.

Estas conductas perturbadoras pueden conducir a problemas en el ámbito escolar o profesional que podría llevar incluso a la expulsión. Este es un aspecto que contribuye a la estigmatización del sujeto como asocial o problemático.

7.- Prevalencia

Se han hallado tasas de trastornos negativista desafiante que se sitúan entre el 2 y el 16% en función a la naturaleza de la población estudiada y de los métodos de evaluación. Se presentan predominantemente hombres durante la infancia, mientras que durante la pubertad las cifras son similares entre ambos sexos, pero los hombres tienden a tener negativismo activo y las mujeres manifiestan principalmente negativismo pasivo.

8.- Evaluación
Montiel (2002) plantea que todos los niños en algún momento de su vida presentan problemas de conducta, se recalca que cuando los niños son referidos por que presentan conductas negativas es necesario indagar a cerca de la presencia de factores que pueden estar influyendo en ese comportamiento. Por ejemplo: alcoholismo o conducta antisocial parental, depresión de la madre, practicas de crianza, discordia marital, violencia intrafamiliar, soporte social escaso, estatus socioeconómico bajo, entre otros y un aspecto importante en la labor del clínico es diferenciar en qué casos los problemas son transitorios y en cuales la conducta probablemente persista.
• Observación
Cuando se trabaja con adolecentes la observación juega un papel importante, se debe brindar un espacio para observar la interacción del adolescente con sus padres, evaluar su comportamiento en el colegio y evaluar su comportamiento con el psicólogo para establecer patrones, identificar signos de fastidio, rabia e inconformidad entre otras.


• Entrevista
Es importante realizar una entrevista a los padres, indagar sobre la historia del desarrollo, sobre la relación del adolescente con los padres y hermanos. Otra información que debe recogerse es referentes a episodios antisociales de la familia o trastornos psicológicos, estilos de crianza, normas en el hogar, malestar matrimonial, estrés familiar, contactos extrafamiliares positivos o negativos, actividades cotidianas, intereses, rendimiento académico, comportamiento en clases, relación con sus compañeros. Igualmente pueden realizarse hojas de registro de padres y maestros para obtener información detallada del comportamiento del joven en el ambiente cotidiano, de la misma forma el adolescente puede registrar situaciones irritables y pensamientos que experimenta en diferentes situaciones e incluso luego se podría evaluar la congruencia de las diferentes fuentes de información.

Existen algunas entrevistas estructuradas para niños y adolescentes que evalúan un amplio abanico de síntomas y que pueden dar información para as decisiones diagnosticas. Entre ellas se encuentra la Entrevista diagnostica para Niños y Adolescentes de Herjanic y Reich (1982).

• Escalas de Evaluación
Existen numerosas escalas que evalúan conductas, características del negativista modo desafiante y de las dificultades asociadas a ellas:

 Lista de Revisión para Problemas de Conductas (Revisada) (R.B.P.C), de Quay y Peterson, se halla entre las escalas más utilizadas. Los análisis factoriales han arrojado 6 dimensiones: trastorno de conducta infrasocializado, trastorno de conducta socializado, problemas de atención, ansiedad – retraimiento, trastorno psicótico y conductas motoras excesivas. Esta lista se compone de 55 items que se puntúan en una escala de 3 puntos (0 - 2), puede ser completada por los padres, profesores, representantes u otros informantes, se aplica a personas con edades comprendidas entre 5 y 16 años.

 Lista de Revisión Conductual (CBCL), de Achenbahc y Edelbrock, es un inventario para padres que consiste en 118 ítems, cada uno de ellos evaluado en una escala de 3 puntos, de acuerdo con la intensidad de la conducta en cuestión, el análisis factorial revela como factores principales de interiorización y la exteriorización, así como otros 8 o 9 factores de menor magnitud, de este instrumento existen versiones para maestros y adolescentes entre 11 y 18 años.

 Sistema de Evaluación de Conductas en Niños y Adolescentes (B.A.S.C), es un conjunto de instrumentos que permiten evaluar aspectos adaptativos e inadaptativos de la conducta de niños y adolescentes, obteniendo información de los padres, profesores y el propio sujeto. Añade un sistema de información del sujeto y un formato de historia clínica. Evalúa los aspectos positivos (liderazgo, habilidades sociales, habilidades de estudio, adaptabilidad relaciones interpersonales, relación con los padres, autoestima y confianza en sí mismo) y en los negativos (ansiedad, agresividad, problemas de atención, problemas de aprendizaje, hiperactividad, retraimiento, búsqueda de sensaciones, problemas externalizados e internalizados, somatización, estrés social, locus de control, sentido de incapacidad, actitud negativa hacia el colegio y hacia los padres).
En términos generales es importante destacar que la evaluación debe cumplir con los criterios establecidos para una evaluación multiaxial.
9.- Diagnostico Diferencial
• Trastorno del estado del ánimo o trastorno psicótico
Las características negativistas están asociadas estos trastornos, pero no se deben diagnosticar trastornos negativistas desafiantes separadamente si los síntomas aparecen en el transcurso de un trastorno del estado del ánimo o de un trastorno psicótico.

• Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
Los comportamientos negativistas pueden distinguirse del comportamiento perturbador resultante de la desatención e impulsividad propia de TDAH.

En el TDAH las conductas oposicionistas van asociadas a los problemas de impulsividad pero dentro del cuadro clínico se presentan problemas de atención, en el caso del trastorno negativista desafiante se observa impulsividad en los adolescentes pero no existen dificultades de atención. También se diferencian en el hecho de que la impulsividad de los adolescentes con TDAH se debe a alteraciones bioquímicas en el cerebro mientras que en el negativista desafiante se debe a un problema de conducta. Cuando existen ambos trastornos, deben diagnosticarse los dos.

• Retardo Mental
En el caso de los adolescentes con retraso mental las conductas oposicionistas pueden deberse a una dificultad para comprender las instrucciones que se les indican debido a su déficit intelectual, en niños o adolescentes con retardo mental solo se establece un diagnostico de trastorno negativista desafiante cuando el comportamiento negativista es notablemente mayor que lo habitualmente observado en sus hechos de la misma edad, sexo y gravedad del retraso comparable.

• Alteración del Lenguaje
Una alteración de la comprensión del lenguaje como por ejemplo, pérdida auditiva, trastorno del lenguaje comprensivo – receptivo, pueden madurar a conducta aparentemente negativista, pero en este caso la desobediencia está asociada a sus dificultades para comprender lo que se les dice o lo que se les pide y para comunicarse con los demás mientras que en el caso negativista desafiante existe una adecuada comprensión de las normas pero el individuo decide no aceptarlas.

• Oposicionismo Normal
Hay estadios en el desarrollo donde la conducta negativista es típica y esperable (primera infancia y adolescencia), puesto que hay que destacar si se trata de un oposicionismo normal de una etapa del desarrollo o una respuesta a crisis situacionales en las que los síntomas suelen ser transitorios y no un patrón crónico como el negativismo. Solo debe considerarse el diagnostico de trastorno negativista desafiante si los comportamientos en cuestión aparecen más a menudo y tienen consecuencias más graves que las observadas típicamente en otros sujetos de nivel de desarrollo comparable, conduciendo a deterioro significativo de la actividad social, académica o laboral. La aparición de comportamientos negativistas en la adolescencia puede deberse al proceso de individualización normal.

• Trastorno Disocial
Los comportamientos perturbadores de los niños con trastorno negativista desafiante son de naturaleza menos graves que los que se observan en niños y adolescentes con trastorno disocial y típicamente no incluyen agresiones hacia personas y animales, destrucción de propiedades ni un patrón de robos o fraudes. Puesto que todas las características del negativista desafiante suelen estar presentes en el trastorno disocial, el trastorno negativista desafiante no se diagnostica si se cumplen los criterios del trastorno disocial.
10.- Tratamiento
Para el tratamiento con trastorno negativista, lo que ha resultado más efectivo es una combinación de psicoterapia individual y asesoría de la figura de autoridad.
• Psicoterapia
En el tratamiento psicodinamico se exploran las motivaciones y necesidades inconscientes que llevan al comportamiento oposicionista del niño. El terapeuta intenta conocer las razones de la conducta del sujeto, el nivel de operación y la estructura que ha alcanzado y el nivel de operación de las funciones mentales.

Es importante mejorar el autoestima de estos sujetos y descubrir cuáles son sus necesidades reales antes que la defensa automática oposicionista emerja contra el sentimiento de ser controlado. Así la independencia sustituye sus esfuerzos por no sentirse sometido, humillado y controlado.

• Tratamiento Cognitivo Conductual
Los procedimientos cognitivos conductuales son utilizados en el tratamiento de comportamientos rebeldes, agresivos. Podemos destacar el entrenamiento de habilidades para la resolución de problemas que consiste en un desarrollo de las habilidades sociales deficitarias que normalmente se utilizan para solucionar un problema. Este método propuesto por thomas D’Zurilla, es un reto para los jóvenes que les agradan expresar sus ideas, pensamientos y opiniones. Tiene diferentes fases como:

1.- Descripción del problema
Es necesario establecer operacionalmente el problema, es decir, de forma concreta y comprensible. Se debe determinar cuando ocurre, cuales son las áreas en las que se presenta con mayor frecuencia (en el hogar, en el colegio) y con quienes se presenta con mayor frecuencia.

2.- Establecimiento de objetivos
Padres e hijos deben colaborar, bajo la guía del terapeuta, para determinar las metas que quieren alcanzar a corto, mediano y largo plazo, que puedan contribuir a mejorar la situación. Cada parte debe indicar en qué aspectos estaría dispuesta a ceder para poder establecer acuerdos.

3.- Búsqueda de soluciones potenciales
Tanto los padres como el adolescente aportan todas las soluciones que consideren posibles para mejorar la situación, ambas partes deben permitir una expresión libre de soluciones.

4.- Identificación y valoración de las consecuencias. Toma de decisiones.
Una vez establecidas las posibles soluciones es necesario que el terapeuta, los padres y el adolescente evalúen cada una de las posibles soluciones y consideren cuales pueden ser realmente efectivas y cuáles no en función de cuatro criterios, los cuales se ubican en una tabla y son los siguientes:

Soluciones Resolución de Problemas Bienestar Emocional Bienestar General Total



La valoración de las soluciones la realizan los padres, el adolescente y el terapeta en función de la siguiente escala: +3 estremadamente satisfactorio, +2 medianamente satisfactorio, +1 ligeramente satisfactorio, -1 ligeramente insatisfactorio, -2 medianamente insatisfactorio, -3 extremadamente insatisfactorio.



5.- Puesta en práctica la solución elegida
Después de realizar la valoración se ponen en práctica las soluciones que obtuvieron una mayor puntuación. Para ello el terapeuta explica las técnicas que se van a realizar tanto al adolescente como a sus padres.

6.- Verificación de los objetivos propuestos
Una vez se han aplicado las técnicas, el terapeuta evalúa si se han realizado progresos y si ambas partes se sienten satisfechas con los logros. Es necesario tener en cuenta que se trabaja primero con la solución que puntuó más alto, si se logra, se procede con la siguiente con puntaje más alto y así sucesivamente hasta concluir, en el caso de que en la verificación después de trabajar con dos soluciones no se logran avances, se debe iniciar de nuevo el proceso comenzando desde la operacionalización del problema, porque probablemente no se estableció de forma correcta la situación.

• Tratamiento conductual dentro del salón de clases
El tratamiento de las conductas disruptivas en el ámbito escolar es igualmente importante para ayudar a los niños o jóvenes oposicionistas, los maestros deben apoyarse en las reglas que se deben seguir dentro del salón de clases, las cuales deben ser claras y consistentes. No es conveniente formular reglas adicionales para los alumnos difíciles, ya que las primeras perderían valor, y estos alumnos serian etiquetados como alumnos problema. Hay diversas estrategias que se pueden implementar en la escuela entre las cuales están:

a) Estrategias motivacionales
En primer lugar se debe comunicar a los alumnos lo que uno espera que hagan, y asegurarse de que lo hayan entendido. Posteriormente se le aclaran las consecuencias que tendrá la conducta esperada, cuando hacen los que les pidió, inmediatamente debe dárseles retroalimentación positiva en forma directa y significativa.

b) Reforzamiento positivo
Debe seleccionarse de acuerdo a la edad del joven y debe ser autentico, sin confundirlos con sus derechos básicos.
Es importante que los maestros trabajen en conjunto con los padres, para promover un cambio también en el hogar. La escuela debe tratar que los padres cambien su enfoque hacia las discusiones, agresiones y comportamiento negativista y procurar hacerlo sin ser demasiado técnicos o complicados.
• Entrenamiento de las habilidades sociales
Se emplea cuando la persona carece de habilidades sociales y por medio de este tipo de técnicas es posible adquirir las destrezas sociales requeridas. Normalmente estas técnicas resultan asequibles para cualquier educador, no implican materiales complicados y sus resultados son altamente exitosos.

1.-Modelación e imitación: consiste en el aprendizaje por medio de observación, se trata de exponer al sujeto a modelos que muestran correctamente la habilidad o conducta objetivos de su entrenamiento, luego el joven debe practicar la conducta observada. Por ejemplo si queremos entrenar en la habilidad de “pedir el turno en una tienda”, el modelo realizara esta conducta en diferentes comercios, invitando finalmente a la persona para que lo haga.

Características del modelo: debe tener experiencia en la habilidad de entrenar y que cuenten con características personales que favorezcan la comunicación.

Características de la situación a modelar: las conductas a seguir deben ser presentadas de manera muy clara

Características del observador: la conducta o habilidad a seguir debe responder a necesidades reales del observador, debe resultar un aprendizaje significativo y funcional, así como procurarles recompensas

2.- Role playing o representación: consiste en ensayar en situaciones simuladas aquellas habilidades que se quieren incorporar al repertorio del joven, es decir el alumno ensaya la habilidad o conducta en un contexto simulado, mas controlado y estructurado que le permita adquirir confianza y seguridad sin ningún riesgo de fracaso

3.- Puesta en práctica: esta técnica puede implicar la colaboración de varias personas y es sumament5e importante describir de manera detallada la situación simulada y el objetivo que se quiere lograr. Durante las representaciones el educador o padre supervisa las ejecuciones, orienta, ayuda y dirige el ensayo de la conducta hasta que se adquiere con soltura y se motiva al paciente a practicarlas en la realidad.

4.- Reforzamiento: para asegurar de alguna manera la estabilidad y mantenimiento de habilidades sociales que el joven está aprendiendo, es necesario reforzarlas adecuadamente. Se puede hablar de tres tipos de refuerzos, el refuerzo material que consiste en premios, dinero o comida, que permiten reforzar una conducta de forma inmediata pero con un efecto a largo plazo, refuerzos sociales que consisten en palabras, sonrisas y finalmente el auto-refuerzo, el cual favorece la autonomía ya que no depende de los refuerzos proporcionados por los demás.



Consejos para enseñar habilidades interpersonales:

• Permitir a los adolescentes experimentar las emociones normales como miedo, ira, frustración, alegría , tristeza que protegerlos de ellas impide que posteriormente sean capaces de reconocer y comprender estas emociones en los demás

• Facilitar al joven situaciones en las que deba ponerse en lugar de otro y ofrecer ayuda.

• Fomentar conductas prosociales : enseñarle a compartir y cooperar con los demas, enseñarle a ser altruista , a mostrar empatia, simpatía y compasión.

• Entrenarle en habilidades de conversación: invitarle a expresar sus sentimientos y necesidades con claridad, motivarle a compartir información personal con sus amigos , enseñarle a hacer preguntas , a escuchar, estimular la participación en actividades con personas a mayores.

• Atención a los modales: enseñarles a ser amables, procurar evitar las malas respuestas, malos gestos, alabarle cada vez que muestre interés o preocupación por los demás o que muestre un gesto de cortesía.

• Entrenamiento en autocontrol

El autocontrol consiste en la habilidad de controlar las propias emociones y no permitir que estas nos controlen, quitándonos la posibilidad de elegir lo que queremos sentir en cada momento de la vida

Técnica 1 detección del pensamiento
Esta estrategia se centra del control del pensamiento para ponerla en práctica de be seguirse la siguiente recomendación:
Enseñar al joven a prestar especial atención a los momentos en los que comience a sentirse alterado o nervioso e identificar todos los pensamientos que esa tendiendo al instante y sustituir estos por algunos mas positivos

Técnica 2 Relajación muscular:
Esta técnica sirve para aplicarse antes, durante y después de alguna situación, para emplearla eficazmente se requiere de un entrenamiento previo

Se invita al joven a sentarse en una posición cómoda, cerrar los ojos y relajar lenta y progresivamente cada uno de los músculos del cuerpo, hasta llegar a los músculos del cuello y la cabeza, una vez que haya relajado todos los músculos, sugerirle que imagine un lugar que le produzca la sensación de paz y tranquilidad. Este ejercicio puede practicarse una vez al día durante 10 minutos por cada sesión

Técnica 3 Ensayo mental: esta técnica puede ser empleada antes de afrontar situaciones en las que los jóvenes no se sienten seguros. Se trata de practicar mentalmente lo que se va a decir y hacer, repetirlo tantas veces como sea necesario, para sentirse más seguro y relajado ante la situación.

Pasos para el entrenamiento en autocontrol:

1.- Auto-observación:
El entrenador debe enseñar al sujeto a atender sus propias conductas problemáticas con el fin de modificarles.

2.- Auto-registro: se trata de anotar de manera precisa y operacional, el comportamiento problemático.

3.- Auto-refuerzo: consiste en la administración de recompensas contingentes, las cuales contribuyen a que aumenten las probabilidades de realizar la conducta meta

4.- Entrenamiento en tareas entre sesiones terapéuticas: se le coloca al individuo ejercicios que debe realizar entre sesiones para profundizar y trabajar en todos los aspectos relacionados con las dificultades de control

5.- Entrenamiento de respuestas alternativas: a través de esta técnica se enseña a la persona a reaccionar de manera más competitiva y adaptativa, siendo útil en el manejo de la rabia, ira y la hostilidad.

• Entrenamiento en comunicación: Consta de tres pasos:

1.- feedback: el terapeuta impulsa al adolescente y a sus padres a mantener una conversación y observa la interacción entre ellos. Se exponen los aspectos positivos y negativos de la comunicación verbal y no verbal de ambas partes. Puede darse el CASO de que no se establezca el contacto visual , que la actitud de una o ambas partes resulte hostil y desagradable, es común que los adolescente con este trastorno carezcan de empatía, asertividad y tengan dificultades en controlar la ira.

2.- Ensayo conductual: consiste en exponer herramientas que permitan mejorar la comunicación entre ambas partes y practicarlas en diversas ocasiones dentro de la consulta hasta que se adquiera un dominio de las mismas. Puede realizar de dos maneras que el sujeto practique con otros interlocutores en una situación real o simulada, o que el sujeto se imagine ejecutando l a conducta objetivo. Lo recomendable es que ambas modalidades se utilicen en forma combinada


3.- entrenamiento de la asertividad

Identificar los estilos básicos de la conducta interpersonal: La función de esta etapa es distinguir entre cada uno de los estilos, reconociendo la mejor forma de actuar de acorde con el estilo asertivo. Nos ayudará también a reconocer nuestros errores en este ámbito.

Identificar las situaciones en las cuales queremos ser más asertivos. Se trata de identificar en qué situaciones fallamos, y cómo deberíamos actuar en un futuro. Se analiza el grado en que nuestra respuesta a las situaciones problemáticas puede hacer que el resultado sea positivo o negativo.

Describir las situaciones problemáticas. Se trata de analizar las situaciones en términos de quién, cuando, qué y cómo interviene en esa escena, identificando nuestros pensamientos negativos y el objetivo que queremos conseguir.

Escribir un guión para el cambio de nuestra conducta. Es un plan escrito para afrontar la conducta de forma asertiva. Aquí se intenta poner por escrito las situaciones problema y clarificar lo que queremos conseguir. El entrenador moldea junto al paciente el guión para que este sea expresado de forma específica.

Desarrollo de lenguaje corporal adecuado. Se dan una serie de pautas de comportamiento en cuanto a lenguaje no verbal (la mirada, el tono de voz, la postura, etc.), y se dan las oportunas indicaciones para que la persona ensaye ante un espejo.

Aprender a identificar y evitar las manipulaciones de los demás. Las demás personas utilizan estratagemas para manipularle, haciéndole sentir culpable, evadiéndose de la conversación o victimizandose. Se dan una serie de técnicas para resistirnos al influjo de los demás.

Pasos para el desarrollo de la empatía:

Paso1: escucha activa Requiere estar interesado en saber sobre la otra persona y sus percepciones. Existen diversas barreras que nos impiden comprender al otro por ejemplo: compararnos constantemente con otro, tarar de leer la mente y adelantarnos en conclusiones, recordar experiencias personales en vez de escuchar al otro. Sin embargo para ser buenos escuchas lo que debemos hacer es corroborar la información que no nos haya quedado clara.

Es necesario mirar a los ojos, hacer sentir al otro que de verdad estamos atendiendo y no saltar a dar referencias personales sin que sean solicitadas.

Paso 2 entender que involucra la respuesta empática: Es necesario lograr que el que habla reciba la visión de que está siendo atendido. Debemos céntranos en el que habla y sus emociones, no en las propias emociones o circunstancias. Debemos intentar enfocarnos en las emociones que manifiesta la otra persona de esta manera se refuerza al que habla para explorar la esencia de sus problemas. Una respuesta empática incluye hacerle comentarios en los que refleje haber entendido a la persona y plantearle preguntas que los lleven a reflexionar sobre sus propias motivaciones

Paso 3: puesta en práctica Una vez que se han practicado dentro de la consulta técnicas para mejorar la comunicación, se motiva al adolescente y a sus padres as ponerlas en práctica dentro del hogar y se evalúan los progresos cada cierto tiempo.

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